Venta Patrite (Alcalá de los Gazules)

Hoy nos vamos a Alcalá de los Gazules, un pueblo precioso que destaca por sus productos gastronómicos. Y por supuesto que si lo visitamos tendremos que ir a comer, ¿no?

Pues claro que sí, y dónde mejor que en la Venta Patrite, en la Ribera de Patrite. En medio de la naturaleza se encuentra esta venta que es un tesoro por su naturalidad, simpleza y tranquilidad, un oasis en el mundo de locos que nos rodea. Es como viajar en el tiempo.

Cuenta con mesas exteriores e interiores, sus paredes decoradas con todo tipo de utensilios antiguos del campo y todo en un ambiente rústico y de campo.

Nada más llegar, aparte de tus típicas aceitunas, te traen un platito de papas aliñás para que vayas picoteando. Y tras esto olvídate de escanear un código QR para ver la carta, en lugar de eso la camarera llega y te la canta. Pureza, simplemente pureza.

Finalmente, tras escuchar la carta, nos decantamos por un majao de espárragos, tomate, pan y huevo, que es el plato estrella de esta venta, y es normal que lo sea porque estaba exquisito.

Tras esto llegaron los gazpachos, que eran como beberte una huerta, gran sabor y preparado al estilo más tradicional, con sus pieles y todo, como lo hacía la abuela.

Más tarde llegaron las croquetas caseras y el excelente venado, una carne sabrosa con una salsa deliciosa.

Para acabar, un arroz con leche casero y una tajada de sandía fueron nuestros postres.

Os mostraría la cuenta, pero como os imaginaréis estaba apuntada en un cuaderno y tuvimos que pagar en efectivo ya que no aceptan pago en tarjeta, el único fallo que se les puede achacar (pero es que apenas tienen cobertura, y es parte de su encanto). Fuimos 4 personas y pagamos 49€, no os puedo decir cuánto costó cada plato, pero vale la pena y de vez en cuando es muy bueno y necesario abandonar la loca vida que nos rodea y disfrutar de las cosas sencillas, como antes.

Nuestra valoración: 🦐🦐🦐🦐